En muchas profesiones, sectores económicos y oficios se requiere una licencia, autorización o carnet para poder ejercer una actividad laboral concreta. En general son profesiones reguladas que requieren unos requisitos y una cualificación adecuada. La formación adherida a estos carnets se puede bonificar mediante la Formación Programada. Más info: www.aenoa.com

Los requisitos de la mayoría de estas profesiones u oficios pueden ser de varios pero generalmente están basados en una formación mínima, experiencia adecuada o unas pruebas de aptitud. En otros casos se necesita justificar unas unidades de competencia o tener un título de formación profesional, o estudios universitarios.

Por ejemplo en los sectores de la seguridad Industrial se habilitan para ejercer profesiones para el diseño ejecución y mantenimiento de las instalaciones industriales (calefacción, baja tensión, grúas…). También en agricultura se necesita carnet de aplicar plaguicidas o fitosanitarios; en sanidad se valora mucho los manipuladores de alimentos, alérgenos o transportista sanitario.

El carnet profesional o la acreditación individual de oficios ayuda a las empresas a que sus trabajadores conozcan una normativa concreta, un reglamento específico de su oficio y unas obligaciones especiales. Por ello, los trabajadores pueden poseer un carné profesional sin haber obtenido el título de FP correspondiente, ya que lo puede obtener por otros medios.

En otros sectores se valoran las profesiones u oficios como las que necesitan normas de seguridad e higiene, primeros auxilios o prevención de riesgos laborales, por ejemplo en: manejo de una grúa o las relativas a cómo instalar una caldera o cómo manipular las carnes en una fábrica o carnicería.

Otras vías para obtener la cualificación están relacionadas con los certificados de profesionalidad, que ayudan a muchos jóvenes a que conozcan un oficio. Este medio es distinto a los ciclos de formación profesional, aunque existen contenidos comunes y pasarelas entre las dos opciones. La FP proporciona una formación académica y práctica global obteniendo un  título, mientras que el carnet profesional certifica que se poseen determinados conocimientos muy concretos.

La Administración que se encarga de gestionar y expedir los carnet profesionales son las Comunidades Autónomas, por ello el sistema es distinto en cada región de España. En muchos casos se debe realizar una solicitud a la Consejería correspondiente (pagando unas tasas), y realizar una formación específica (lo imparten los centros de formación, sindicatos o la propia administración).

Posteriormente suele haber un examen que se reparte en varias convocatorias a lo largo del año. Los requisitos suelen ser tener más de 18 años, y formación mínima requerida. Las pruebas se suelen dividir en una parte teórica y otra práctica. Para tener opción de presentarse al práctico es necesario haber superado el teórico.