Después de 1 año de retraso ya tenemos nuevo gobierno, y esperamos que se regulen todas las normativas que faltan en los aspectos relacionados con la Formación Continua, especialmente aquellos temas relacionados con:

– Los posibles cambios en los módulos económicos, donde parece que se fijarán en función del mercado, de la singularidad, especialización y características técnicas de los cursos, así como los objetivos que utilizarán para definir los precios de mercado en función de la especialidad formativa y del ámbito territorial en que se imparta.

– En Formación Programada, las empresas de menos de 50 trabajadores podrán comunicar los primeros meses de cada año su voluntad de reservar el crédito del ejercicio para acumularlo hasta el crédito de los dos años siguientes con el objetivo de poder realizar cursos de mayor duración o más trabajadores.

– También en Formación Programada, cómo podrán en marcha el invento inútil de que las empresas de menos de 100 trabajadores podrán agruparse con criterios territoriales o sectoriales con el objetivo de gestionar de forma conjunta los créditos de formación.

– El funcionamiento eficiente de los grupos de empresas en la Formación Programada (Bonificada), y la posibilidad de utilizar todo el crédito.

– La puesta en marcha del cheque formación a los desempleados, cómo se organizará el sistema, y quién los financia.

– La Cuenta de Formación, que acompañará al trabajador a lo largo de su carrera profesional al objeto de acreditar su historial formativo y de orientar la oferta formativa al incremento de su empleabilidad.