Durante el año 2020 y 2021 la Formación Programada o Bonificada no se ha parado, aunque hubo un descenso en la actividad empresarial y formativa. Casi 300.000 empresas participan cada año en Formación Programada, dándose una disminución del porcentaje de participación, excepto en las grandes entidades. Según los datos de Fundae, casi 2´5 millones de trabajadores son formados con un media de 21 horas.
Debido a la pandemia, ha aumentado la formación online, así como la nueva modalidad de Aula Virtual. La formación presencial sigue aglutinando el mayor volumen de participantes, más de 2 millones, aunque sufre un retroceso. Las empresas hacen uso de este recurso para uno de cada siete participantes y algo más de una de cada diez horas de formación, con una duración media de las acciones formativas realizadas en videoconferencia de 10 horas.
Más del 50% de la formación programada por las empresas se dirige a contenidos relativos a las competencias profesionales de dos familias profesionales: Administración y gestión y Seguridad y medio ambiente. No obstante, el contenido de la formación considerando la denominación propia de las AAFF, se comprueba la emergencia de contenidos directamente relacionados con la pandemia, mostrando la capacidad de respuesta del sistema a las necesidades formativas del momento. Casi medio millón de participantes realizan cursos cuyo enunciado hace referencia expresa al COVID, recibiendo una media de 8 horas de formación, que suponen un volumen de 4 millones de horas de formación dedicadas a estos cursos.
Según Fundae, el coste medio de la formación por participante se sitúa en 245 €, de los que 105 € se han bonificado y 140 € se han sufragado por las empresas. En su conjunto, las empresas han hecho uso de 415 millones de euros del crédito de formación que tenían asignado. La aportación privada de las empresas a los costes de la formación asciende a más de 500 millones de euros.
Las empresas disponen anualmente de un crédito de formación que pueden hacer efectivo mediante bonificaciones en las correspondientes cotizaciones empresariales a la Seguridad Social a medida que se realiza la comunicación de fin de los cursos. El importe de este crédito de formación se obtiene en función de las cuantías ingresadas por cada empresa el año anterior en concepto de cuota de FP y el porcentaje que, en función de su tamaño, se establezca en los Presupuestos Generales del Estado de cada año.
Para poder bonificarse los costes de la formación, las empresas, además de comunicar el inicio y finalización de los grupos formativos, deben asegurar el desarrollo satisfactorio de las mismas y realizar las funciones de seguimiento, control y evaluación por sí mismas o encomendarlas a una entidad externa que debe, además, someterse a las actuaciones de comprobación, seguimiento y control que realicen Fundae y el Sepe.
Con la bonificación se financian los gastos directos, indirectos y de organización de la formación. Las empresas pueden justificar los costes de la actividad formativa, con el límite de los módulos económicos máximos en función de la modalidad de formación. Los costes indirectos no pueden superar el 10% del coste total. Además, si las empresas contratan a una Organizadora pueden justificar los costes de organización, con el límite del 10% del coste total de la actividad formativa. Si la empresa tiene de 6 a 9 trabajadores este porcentaje se eleva al 15% y para las de 1 a 5 trabajadores se establece en el 20%.
La duración mínima de las acciones formativas en el sistema de bonificaciones a la formación es de dos horas. Las acciones formativas que se financian a través de bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social deben estar dirigidas a satisfacer las necesidades de formación de los trabajadores y deben guardar relación con la actividad empresarial. La formación bonificada puede ser: Presencial: organizada en grupos de un máximo de 30 participantes como máximo. La Teleformación a través de una plataforma virtual de aprendizaje que posibilite la interactividad de alumnos y tutores.
La novedad en 2020, 2021 y 2022 es que la formación presencial y la parte presencial de la formación mixta pueden desarrollarse a través de aula virtual, es decir un entorno de aprendizaje donde el docente y alumnado interactúan, de forma concurrente y en tiempo real, a través de un sistema de comunicación telemático o videoconferencia. Es importante que la plataforma disponga de informe de conexión.