La formación es un proceso mediante el cual una persona adquiere conocimientos, habilidades y competencias en un determinado ámbito. Puede llevarse a cabo de diversas formas, como la educación formal en instituciones educativas, la capacitación en el lugar de trabajo, la formación en línea o autodidacta. La formación tiene como objetivo principal mejorar las capacidades de las personas y prepararlas para desempeñarse de manera efectiva en diferentes áreas de su vida, ya sea académica, profesional o personal. A través de la formación, se busca desarrollar habilidades técnicas, conocimientos teóricos, habilidades prácticas y competencias sociales.
Existen diferentes tipos de formación, como la formación académica, que se enfoca en el aprendizaje de disciplinas específicas en instituciones educativas como escuelas, colegios y universidades. También está la formación profesional, que se centra en adquirir habilidades y conocimientos necesarios para desempeñarse en un trabajo o profesión específica. Esta formación puede incluir programas de capacitación, cursos técnicos o programas de aprendizaje en el lugar de trabajo.
En los últimos años, la formación en línea ha ganado popularidad debido a los avances tecnológicos. Las plataformas en línea ofrecen una amplia variedad de cursos y programas de formación, lo que permite a las personas acceder a la educación desde cualquier lugar y en cualquier momento. Esto ha facilitado el acceso a la formación para muchas personas que de otra manera no podrían recibirla debido a barreras geográficas o de tiempo.
La formación bonificada, también conocida como formación programada por las empresas o formación continua, es un sistema de financiación de la formación profesional en España. Este sistema permite a las empresas invertir en la capacitación y el desarrollo de sus empleados, utilizando los créditos de formación disponibles a través de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE), anteriormente conocida como Fundación Tripartita.
Las empresas que cotizan por la formación profesional en la Seguridad Social disponen de un crédito anual para formar a sus empleados. Este crédito se calcula en función del tamaño de la plantilla y de las cotizaciones realizadas a la Seguridad Social. Las empresas pueden utilizar este crédito para financiar total o parcialmente los costos de la formación de sus empleados. La formación bonificada puede ser impartida tanto por entidades externas como por la propia empresa, siempre y cuando cumpla con los requisitos establecidos por la FUNDAE. Los cursos de formación deben estar relacionados con el ámbito laboral y contribuir al desarrollo de las competencias y habilidades de los empleados.
Es importante tener en cuenta que la formación bonificada está sujeta a ciertas obligaciones y trámites administrativos. Las empresas deben comunicar a la FUNDAE la realización de la formación y presentar la documentación requerida en los plazos establecidos. Esta formación se refiere a un conjunto de medidas establecidas en la legislación laboral de algunos países, como España, para fomentar la formación y el desarrollo profesional de los trabajadores. En España, esta iniciativa es conocida como «formación programada por las empresas» o «formación bonificada».
La formación programada permite a las empresas utilizar una parte de las cotizaciones sociales que pagan por sus trabajadores para financiar programas de formación específicos. Estos programas deben estar orientados a mejorar las competencias y habilidades de los empleados y contribuir a su desarrollo profesional. Las empresas tienen la posibilidad de decidir qué tipo de formación desean proporcionar a sus empleados, siempre y cuando esté relacionada con el ámbito laboral y cumpla con ciertos requisitos establecidos. Pueden ofrecer cursos de formación interna, contratar servicios de formación externa o utilizar una combinación de ambas opciones.
Algunos beneficios de la formación continua para empresas son:
Mejora de habilidades y competencias: La formación continua permite a los empleados adquirir nuevas habilidades y conocimientos relevantes para su trabajo. Esto puede incluir capacitación en tecnología, habilidades de liderazgo, gestión del tiempo, comunicación efectiva, entre otros aspectos.
Incremento de la productividad: Al mejorar las habilidades y competencias de los empleados, se puede aumentar la eficiencia y la productividad en el lugar de trabajo. Los empleados bien capacitados suelen ser más efectivos en sus tareas diarias y pueden contribuir al logro de los objetivos de la empresa.
Retención de talento: La formación continua muestra a los empleados que la empresa está interesada en su desarrollo profesional y personal. Esto puede aumentar la satisfacción laboral y la lealtad, lo que a su vez puede ayudar a retener a los empleados clave en la organización.
Adaptación al cambio: La formación continua ayuda a las empresas a adaptarse a los cambios en su industria. Ya sea que se trate de la implementación de nuevas tecnologías, cambios en las regulaciones o la adopción de nuevas prácticas comerciales, la capacitación constante permite a los empleados estar preparados y competentes en los nuevos entornos de trabajo.
Innovación y creatividad: La formación continua puede fomentar la innovación y la creatividad dentro de la empresa. Al proporcionar a los empleados nuevas habilidades y conocimientos, se les anima a pensar de manera más creativa y a aportar nuevas ideas y soluciones a los desafíos empresariales.