En la Formación Programada o Bonificada por las empresas, es crucial distinguir entre dos modalidades de enseñanza que, aunque pueden parecer similares, tienen implicaciones diferentes tanto en su gestión como en la justificación de las bonificaciones: Teleformación (online, o e-learning) y Formación mediante Aula Virtual (presencial).

 

Teleformación: Campus o Plataforma Online.

La Teleformación, también conocida como e-learning o formación online, es una modalidad de enseñanza a distancia que se realiza íntegramente a través de plataformas digitales (campus online). Los alumnos acceden al contenido, realizan actividades, exámenes y reciben tutorías sin necesidad de estar presentes físicamente o en tiempo real.

Las características clave de esta modalidad son:

  1. Acceso Asíncrono: Los alumnos pueden acceder al material y realizar las actividades en cualquier momento, dentro de un período determinado.
  2. Interacción Diferida: La comunicación con los tutores o compañeros se realiza a través de foros, correos electrónicos u otras herramientas de la plataforma.
  3. Autonomía del alumno: El participante gestiona su propio tiempo y ritmo de aprendizaje.
  4. Control y Seguimiento: Aunque se realiza un control del progreso, este sistema es más autónomo por parte del alumno y menos interactivo en tiempo real.

En cuanto a la bonificación de esta modalidad, los costes imputables incluyen los gastos de medios tecnológicos, plataformas utilizadas, medios de comunicación entre formadores y alumnos, entre otros. Se debe cumplir con los requisitos técnicos establecidos por FUNDAE. Es decir, es necesario contar con un tutor-formador que guíe el proceso de aprendizaje, se requiere un sistema de evaluación continua y final, etc.

Existe una Plataforma de Aprendizaje, que utiliza un campus o plataforma online (Learning Management System o LMS) como entorno principal de aprendizaje. Además, flexibilidad temporal, donde los alumnos pueden acceder al contenido en cualquier momento, adaptándose a sus horarios personales. Y autogestión del Aprendizaje, donde los participantes controlan su ritmo de aprendizaje, avanzando según sus capacidades y disponibilidad.

 

Aula Virtual: Formación Presencial a Distancia.

El Aula Virtual, por otro lado, se considera una modalidad de formación presencial, a pesar de que se realiza a través de videoconferencia. Esta modalidad simula un aula física, donde los alumnos y el formador interactúan en tiempo real, siguiendo un horario establecido. Las características clave incluyen:

  1. Interacción Sincrónica: Los alumnos y el formador deben estar conectados al mismo tiempo para interactuar directamente, como si estuvieran en una clase presencial.
  2. Control en Tiempo Real: El formador puede realizar un seguimiento inmediato de la asistencia y participación, lo que permite un control más estricto.
  3. Simulación de Presencialidad: Aunque los participantes no están en el mismo lugar físico, la dinámica de la clase se asemeja a una formación presencial clásica.
  4. Requerimientos Tecnológicos: Se requiere una plataforma que permita la videoconferencia, con herramientas que faciliten la participación activa de los alumnos (chat, encuestas, etc.).

 

La bonificación de la formación en aula virtual se considera dentro de los mismos parámetros que la formación presencial. Esto implica que debe haber un control riguroso de la asistencia y la interacción de los participantes en tiempo real.

Existe una Plataforma de Videoconferencia para impartir las clases en tiempo real, que permita la comunicación directa entre formador y alumnos, y entre los propios alumnos, con un sistema para verificar la presencia y participación activa. Las sesiones se realizan en fechas y horas exactas, similar a la presencial tradicional, e incorpora funcionalidades como pizarras virtuales, chats y trabajo en grupos.

Mantiene la dinámica de una clase presencial sin necesidad de desplazamientos, facilita la interacción inmediata y la resolución de dudas en el momento, permite la formación sincrónica de empleados en diferentes ubicaciones geográficas, y posibilita la grabación de las sesiones para su posterior revisión.

 

Diferencias entre las modalidades.

La principal diferencia radica en la sincronía y el control de la formación. Mientras que la teleformación ofrece flexibilidad y autonomía al alumno, el aula virtual mantiene la estructura y rigidez de la formación presencial, aunque se realice a distancia. Entender estas diferencias es crucial para la correcta gestión y bonificación de la formación, asegurando que las empresas cumplan con la normativa vigente y maximicen los beneficios de la Formación.

Ambas modalidades utilizan herramientas tecnológicas, su naturaleza y la forma en que se gestionan las bonificaciones difieren significativamente, y es fundamental que las empresas lo consideren al organizar y justificar sus programas de formación.

Tanto la formación online como la formación mediante aula virtual ofrecen soluciones efectivas para la Formación Bonificada o Programada, cada una con sus propias fortalezas y consideraciones. La elección entre una u otra dependerá de diversos factores, como el tipo de contenido a impartir, las características del grupo de alumnos, los recursos disponibles y los objetivos específicos de la formación.

La formación online destaca por su flexibilidad y capacidad de adaptación a diferentes ritmos de aprendizaje, siendo ideal para contenidos que requieren reflexión y práctica individual. Por otro lado, el aula virtual brilla en situaciones que demandan interacción inmediata y trabajo colaborativo en tiempo real.

En cualquier caso, ambas modalidades representan una evolución significativa en el campo de la formación continua, permitiendo a las empresas y trabajadores aprovechar al máximo las oportunidades de desarrollo profesional que ofrece la Formación Bonificada o Programada.

Para garantizar el éxito en la implementación de estas modalidades, es crucial que los centros de formación y las empresas se mantengan actualizados sobre las normativas de FUNDAE y adapten sus estrategias formativas a las cambiantes necesidades del mercado laboral y las innovaciones tecnológicas en el ámbito educativo.