En España, gracias al sistema de bonificaciones gestionado por FUNDAE, las empresas pueden formar a sus trabajadores de manera más accesible. Sin embargo, la gestión de esta formación puede ser compleja. Aquí es donde las Entidades Organizadoras juegan un papel fundamental. A continuación, se explican las ventajas de contar con una Entidad Organizadora en la gestión y organización de los cursos bonificados o de formación programada.

Ahorro tiempo y optimización de recursos

Las Entidades Organizadoras son especialistas en la gestión de formación bonificada y están al día con la normativa de FUNDAE y las obligaciones legales asociadas. Conocen a fondo los procedimientos y requisitos establecidos, asegurando el cumplimiento normativo.

Al mismo tiempo, se produce un ahorro de tiempo y recursos para la empresa. Externalizar la gestión de la formación permite a las empresas centrarse en su actividad principal. Las Entidades Organizadoras se encargan de todos los aspectos administrativos, desde la planificación hasta la justificación de la formación, y evitan que el personal interno de la empresa tenga que dedicar tiempo a tareas burocráticas.

También optimización de los recursos, ya que las Entidades Organizadoras ayudan a las empresas a maximizar el uso de su crédito de formación. Es decir, evalúan el crédito formativo de la empresa y diseñan planes para aprovecharlo al máximo, proponiendo acciones formativas acorde con las necesidades y objetivos de la empresa bonificada.

Asesoramiento Personalizado.

Las Entidades Organizadoras ofrecen orientación adaptada a las características y necesidades específicas de cada empresa. Es decir, hacen una detección de necesidades formativas, identifican áreas de mejora y proponen soluciones formativas adecuadas. Y mantienen a la empresa informada sobre oportunidades de formación y cambios en la normativa.

También aseguran que la empresa aplique correctamente las bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social. Es decir, realizan un cálculo preciso de bonificaciones, y evitan errores que podrían resultar en sanciones o pérdidas de beneficios. También archivan todos los justificantes y registros necesarios para auditorías o inspecciones de Fundae y Sepe. Todo ello hace que evitan riesgos y sanciones. Se minimizan la exposición de la empresa a posibles incidencias, evitando devoluciones y penalizaciones por incumplimientos o incidencias.

Colaboración con el centro de formación

Además de las Entidades Organizadoras, los Centros de Formación o lugares donde se imparten los cursos bonificados son esenciales para el éxito de estos programas. Sin ellos, la efectividad y alcance de la formación se verían seriamente comprometidos.

Los Centros de Formación aportan los recursos humanos y materiales necesarios para garantizar una enseñanza de alta calidad. Cuentan con docentes especializados y con experiencia, lo que asegura una transmisión efectiva de conocimientos. Además, proporcionan instalaciones y equipamiento que facilitan el aprendizaje, aulas y laboratorios equipados para prácticas y demostraciones, y utilizan herramientas y software actualizados, preparando a los alumnos para el entorno laboral real.

Los Centros de Formación pueden personalizar los cursos según las demandas específicas, y facilitan un entorno donde los participantes pueden aplicar de forma práctica los conocimientos adquiridos. También, combina teoría y práctica, lo que mejora la retención y aplicación de conocimientos, y permite a los alumnos familiarizarse con situaciones reales que enfrentarán en su trabajo.

Sin un centro de formación que ejecute adecuadamente el plan formativo, las iniciativas de formación quedarían solo en intención. Es decir, mientras la Entidad Organizadora se encarga de la gestión y administración, el Centro de Formación asegura la ejecución adecuada de la formación.

Resumen

Las Entidades Organizadoras y los Centros de Formación son pilares fundamentales en el ecosistema de la formación bonificada o programada en España. Mientras las Entidades Organizadoras garantizan una gestión eficiente y cumplimiento normativo, los Centros de Formación aseguran que la enseñanza impartida sea de alta calidad y relevancia.

Contar con ambos es una decisión estratégica que potencia el desarrollo del capital humano dentro de las organizaciones. Sin la coordinación y aportación de estos dos actores clave, los cursos bonificados no alcanzarían el éxito ni el impacto deseados en la mejora de las competencias de los trabajadores y la competitividad de las empresas.

En resumen, la sinergia entre Entidades Organizadoras y Centros de Formación es esencial para maximizar los beneficios de la formación programada o bonificada, contribuyendo al crecimiento profesional de los empleados.