Las herramientas de inteligencia artificial (IA) tienen un importante potencial para transformar las empresas españolas y mejorar la productividad de los empleados, sin embargo, existe la posibilidad de que los avances de dicha tecnología provoquen la desaparición de muchos puestos de trabajo. El auge de la IA generativa tendrá un impacto positivo en los trabajadores, pero algunos puestos de trabajos se deben reconvertir o desaparecerán.
Las tareas más propensas a automatizarse son los trabajos de oficina, los mecánicos y los de apoyo administrativo, se verán afectados en un 48%. El segundo puesto sería para el trabajo legal o de asesoramiento (42%) y el tercero para las tareas repetitivas dentro de la arquitectura y la ingeniería (35%). Les seguirán los trabajadores de las ciencias medioambientales, biológicas, físicas y sociales, con un 34%; y los de operaciones comerciales y financieras, con un 30%.
Aunque ya tenga bastantes décadas de historia es en la actualidad cuando la llamada “Inteligencia Artificial” (IA, o AI en inglés) está empezando a tomar protagonismo en nuestras vidas. Cuando buscamos información en un buscador de internet, usamos los asistentes de voz de los móviles o una plataforma de series en streaming nos recomienda un programa determinado, ya se puede decir que está interviniendo la IA en mayor o menor medida.
Se puede definir la Inteligencia Artificial como la parte de la tecnología informática que se encarga de que las máquinas aprendan y respondan a ciertos estímulos por sí mismas, de forma muy similar a como lo hacemos las personas.
Con la IA se pretende que los ordenadores desarrollen atributos humanos como la creatividad, el razonamiento lógico y el autoaprendizaje.
Se puede decir que la IA es en definitiva programación informática, pero con unas características especiales que son tres habilidades cognitivas del ser humano:
1) El aprendizaje mediante la captación de datos y creación de algoritmos para convertir los datos en información.
2) El razonamiento: que consiste en elegir el algoritmo más adecuado para convertir los datos en información procesable.
3) La autocorrección: consistente en mejorar continuamente los algoritmos para conseguir resultados más eficientes.
La IA tiene muchas áreas de conocimiento, al igual que la inteligencia humana como la percepción, el reconocimiento del entorno, la toma de decisión para actuar en consecuencia, la capacidad para resolver problemas y de aprender continuamente, y la creatividad emocional y artística.
Algunos ejemplos de la aplicación de la IA, en la actualidad son:
La capacidad de crear contenidos de texto, imágenes, música, etc. Es la llamada IA Generativa (Por ejemplo los ChatGPT para textos)
Los asistentes de voz para pedir información y ordenar acciones (Alexa)
La capacidad de analizar nuestro comportamiento en internet para recomendarnos contenidos relacionados con nuestros gustos. (Sistemas de búsqueda y recomendación en buscadores, redes sociales, etc.)
Optimización de los procesos productivos para mejorar las predicciones de la demanda y ajustarla a la producción.
Creación de vehículos de transporte autónomos sin conductor y mejora de la navegación mediante el control del tráfico.
Algoritmos para predecir las decisiones en el sector financiero y bursátil.
Mejorar los diagnósticos médicos, diseñar nuevos fármacos, etc.
La IA aplicada a la formación puede mejorar el aprendizaje y facilitar la docencia.
Proporciona también muchas mejoras en el marketing digital.
Etc.