El borrador que está circulando indica algunos objetivos importantes:

– Garantizar el derecho a la formación de los trabajadores especialmente vulnerables.
– Mayor competitividad a través de la formación.
– Eficiencia y transparencia.
– Más apoyo a la formación de las empresas (formación programada).

Algunos aspectos a destacar son:

– Definición de un nuevo papel de los agentes y órganos que intervienen en el gobierno del sistema. Los agentes sociales participarán en el diseño, planificación, programación y difusión del sistema, pero ya no participarán directamente (como hasta ahora) en la gestión de los fondos y en la impartición de la formación, sino que estas tareas la asumirán las entidades formativas en un nuevo entorno más competitivo.
– Sistema eficiente de observación y prospección del mercado de trabajo.
– Une escenario estratégico plurianual. Con concurrencia competitiva abierta a todos los proveedores de formación acreditados y/o inscritos.
– Nuevo enfoque a la formación bonificada (formación programada) que ponga a empresas y trabajadores en el centro del sistema.
– Nueva vía: Cheques-formación para desempleados, sistema de trazabilidad y comparabilidad de las acciones formativas, cuenta individual de formación
– Catalogo de especialidades formativas; Registro estatal de entidades formativas.
– Tolerancia cero contra el fraude: se tipifican y sanciones nuevas infracciones; se crea una unidad especial en la Inspección de trabajo y Seguridad social.