Se pueden entender el riesgo como la probabilidad de que ocurra algún daño a la salud de las personas, a los materiales o ambos, y por ello todos los trabajos generan riesgos; algunos más que otros.
Por ello, la Prevención de Riesgos Laborales consiste en un conjunto de actividades que se realizan en la empresa con la finalidad de descubrir anticipadamente los riesgos posibles. Esta anticipación permite que se puedan planificar y adoptar una serie de medidas preventivas que evitarán que se produzca un accidente laboral.
Un accidente laboral es la manifestación de que algo no ha ido bien en el desarrollo de una tarea, de que ha habido un fallo. Por ello se debe estudiar dicha actividad, evaluar los riesgos y poner medidas preventivas.
El modo más común es estudiar las condiciones de un puesto de trabajo (lugar, maquinaria, productos empleados,…), se identifican los peligros a los que se expone el trabajador, y finalmente, se proponen unas medidas preventivas para eliminar o reducir dichos riesgos.
De un modo general existen riesgos físicos (ruido, iluminación, temperaturas extremas,…), riesgos químicos (polvos, humos, gases o vapores,…), riesgos biológicos (bacterias, hongos,…), riesgos mecánicos (uso de máquinas, equipos, herramientas,…)
En el Simposium de Formación en Prevención de Riesgos del próximo 4 de marzo en Madrid, los expertos utilizarán datos empíricos y normativa legal para exponer y analizar detalladamente los aspectos de las novedades 2016 en Formación en PRL, los nuevos nichos de mercado o nuevas propuestas, y la Formación para Técnicos Especialistas en Prevención de Riesgos.