En la Formación Bonificada o Programada, desde el año 2017 se aplica el Real Decreto 694/2017, por el que se desarrolla la Ley 30/2015, y en la disposición transitoria primera de este Real Decreto se establece el régimen transitorio de los procedimientos de esta norma. Pero, el desarrollo reglamentario no se agota en el Real Decreto 694/2017, ya que para determinados aspectos se debe regular de un modo más detallado mediante la publicación de las correspondientes órdenes ministeriales. Estas normas no han sido desarrolladas a lo largo del año 2018, ni 2019, por lo que es posible que se produzcan algunos desajustes, ya que en algunos aspectos se aplica la normativa de hace 12 años (2007 y 2008).

En los últimos años, en el ámbito de la iniciativa de Oferta formativa para Ocupados, se ha tramitado la convocatoria para la concesión de subvenciones públicas para la ejecución de planes de formación de Oferta de ámbito estatal de Ocupados, la convocatoria para la concesión de subvenciones públicas, para la ejecución de programas de formación de ámbito estatal para la adquisición y mejora de competencias profesionales relacionadas con los cambios tecnológicos y la transformación digital, dirigidos también prioritariamente a las personas ocupadas. Los planes de Oferta para Desempleados se desarrollan en su mayoría en las Comunidades Autónomas correspondientes.

En cuanto a la iniciativa de formación programada o bonificada por las empresas, el presupuesto global anual para bonificaciones ascendió a más de 600 millones de euros y las empresas han dispuesto cada año aproximadamente un 80%, con una participación superior a 4 millones de alumnos. Según indica Fundae, las empresas participantes superan las 360.000 entidades, y los Permisos Individuales de Formación financiados son mayores de 6.000. Por ejemplo en el año 2018 los datos señalan que las empresas formadas han sido 360.052, el Crédito dispuesto o consumido 535.628.097 euros, los Participantes formados  4.413.853, y las Horas de formación 65.478.682 (Datos Fundae).

En los últimos años se muestra un incremento en la participación de las empresas respecto a años anteriores, y sitúa la tasa de cobertura (cuántas empresas participan del total que podrían participar) en el 21,2%. La tasa de cobertura fue del 36,6%. Por género, fueron más hombres (54,7%) que mujeres (45,3%) los que accedieron a la formación. Por modalidad de impartición, la formación presencial sigue siendo la más utilizada con un 75,5% de los participantes y una duración media de 10,9 horas. La teleformación recibió un 23,5% de los participantes con una media de 26,2 horas. Por territorios, las CCA que más formación realizaron fueron Madrid, Cataluña, Navarra, Aragón y País Vasco. Todas ellas están por encima de la tasa de cobertura, mientras que Ceuta, Melilla y La Rioja son las que menos se acercaron a esa media. Datos de Fundae.

En el modelo de Formación Programada, de un modo general, una parte de la cotización de cada empleado en una empresa está destinada a formación, y se especifica en la nómina (Formación Profesional). Este crédito de formación procede de la cuota de los seguros sociales que cada empresa tiene destinada a formación profesional. Se trata de un tipo de cotización obligatoria, por lo que todos los trabajadores tienen derecho a acceder a esta formación. Sin embargo, los autónomos no, aunque si tienen contratados empleados pueden optar a esta formación, pero ellos como Autónomos, no.

Con la puesta en marcha de la normativa Real Decreto Ley 28/2018 se ampliaron las mismas prestaciones que disfrutan los asalariados por cuenta ajena y los autónomos. También se universalizó el derecho a formación en el colectivo, ya que desde enero de 2019 todos los trabajadores por cuenta propia (Autónomos) cotizan para acceder a una formación continua. El Ministerio de Trabajo aún no ha decidido cómo podrán acceder los trabajadores por cuenta propia a este derecho. O, dicho de otra forma, aún no se sabe cómo se va a emplear el dinero recaudado de las cuotas de FP. Aproximadamente 40-45 millones. Dos opciones para ofrecer la formación a los autónomos. Formación Bonificada, o planes de Oferta sólo para Autónomos.