Debido al Covid la forma en la que se accede a la formación ya no será igual. Las empresas y trabajadores se mueven en un entorno cambiante en el que la formación tiene cada día más valor ya que refuerza aspectos fundamentales para los procesos de selección, y para la adaptación y reciclaje profesional. Por ejemplo, en ese contexto ha aumentado con enorme fuerza la formación online como complemento de la formación presencial. Y juntas forman un tándem perfecto, aunque la coyuntura parece indicar que se tiende hacia un modelo híbrido.

En los últimos meses han aumentado de un modo exponencial los eventos en directo y encuentros telemáticos y, concretamente, en el sector educativo, en el que la digitalización ya era una realidad con conceptos como las píldoras formativas, flipped classroom, clases en streaming, aulas virtuales, microelearning, etc. En un informe reciente se indica que las personas han recurrido a la formación online para mejorar sus habilidades, mantenerse ocupados y aumentar su productividad. Por ello, se precisan tutores, pedagogos, psicopedagogos y expertos multimedia que unifiquen todas las necesidades de aprendizaje para cada empresa, es decir especialistas en innovación formativa.

Las crisis del covid está dejado huella y modelando los modos de trabajar y los procesos productivos. Por ello, ahora debido al crecimiento de la formación online, las oportunidades de negocio están en la creación de contenidos multimedia, de workshops, de tutores, de sesiones especializadas, empresas que ofrecen servicios de nube, de empresas que se dediquen a la creación y mantenimiento de las plataformas tecnológicas y campus, y de empresas con personal docente que pueda atender a los alumnos de forma remota de manera puntual.

Una de las ventajas principales de la formación online es que los contenidos están disponibles en cualquier momento para los alumnos, lo que convierte a este modelo de aprendizaje en uno de los mejores para quienes tienen poco tiempo. Sin embargo, durante el confinamiento no solo se han incrementado los registros online en portátil, sino también casi un 50% del tiempo de aprendizaje se ha hecho a través de tablets y un 35% a través de smartphones.

Otra tendencia que también ha ido ganando mucha fuerza en estos últimos meses son los webinars o videoconferencias (Zoom, Webex, Clickmeeting, etc), que consisten en contenidos formativos en formato de vídeo y que se imparten a través de Internet. Estos webinars pueden organizarse bien en formato conferencia (directo), bien como si fuera un taller o directamente como un curso o seminario impartidos por expertos en determinadas materias.

En cuanto a las profesiones digitales con mayor demanda, se destaca el digital marketing manager que se mantiene un año más como el perfil digital más solicitado por las empresas, también el digital account manager, el community manager, el digital communication & brand manager y el SEO content manager. Así como los relacionados con la ciberseguridad, que ha ganado más protagonismo si cabe durante el covid, debido al aumento de equipos humanos y tecnológicos que han trabajado y siguen trabajando en remoto.

No se puede olvidar los profesionales del Marketing digital, ya que es la unión de las acciones y estrategias publicitarias que una empresa realiza en Internet para vender sus productos o servicios. Las empresas necesitan muchos profesionales con conocimientos técnicos muy sólidos para cubrir esas estrategias. Al mismo tiempo, las empresas son cada vez más conscientes de la necesidad de centrar sus productos digitales en el usuario.

La transformación del mercado hacia un entorno digital es imparable y, la irrupción del coronavirus ha acelerado el proceso. En 3 meses de confinamiento se ha adelantado la digitalización en 5 años. Nunca antes en la historia hemos tenido tantos retos por delante, tampoco hemos contado con los recursos, metodologías y la tecnología para impulsar el crecimiento de las personas como motor del cambio en entornos competitivos y exponenciales

Debido a la revolución digital, aparecen nuevas profesiones especializadas en tecnologías como el Big Data o la Inteligencia Artificial, que están floreciendo a un ritmo que el mercado laboral no es capaz de satisfacer. Con el objetivo de cerrar esta brecha, las empresas están ofreciendo a sus empleados formación para optimizar su desempeño (upskilling) o para reciclarlos en un nuevo puesto (reskilling). Entendiendo por Upskilling es aprender nuevas habilidades que se adapten mejor a los puestos actuales y que vienen, Reskilling es adquirir nuevas competencias y conocimientos para un trabajo completamente diferente; y Preskilling es anticiparse a los trabajos del futuro. Por ello es obligatorio tener la mente abierta para estar preparado para las cosas nuevas que vengan.

En este sentido según el Foro de Davos señala que se necesitará el reskilling de más de 1.000 millones de personas para 2030. En España se destinan unos 2.400 millones a la formación. Menos de un 20% de los 18 millones de trabajadores han decidido capacitarse en el último año según el último dato disponible por la Fundae. La formación es la gran olvidada dentro de las empresas y es imprescindible para ser competitivo.