La formación bonificada se ha convertido en una herramienta clave para el desarrollo de habilidades en el mundo empresarial. Sin embargo, un aspecto crucial de este proceso es la cofinanciación privada, un requisito legal que puede ser complejo de entender. Este artículo proporciona una guía detallada sobre la cofinanciación privada en la formación bonificada, explicando cómo las empresas pueden cumplir con esta normativa y optimizar su inversión en capacitación.

 

¿Qué es la Cofinanciación Privada?

La cofinanciación privada es la aportación económica que las empresas deben realizar para complementar las bonificaciones recibidas en la formación programada. Esta aportación puede ser dineraria o no dineraria, dependiendo de cómo se estructura el gasto en la formación. Para empresas de más de cinco trabajadores, es obligatorio realizar una cofinanciación, que se calcula como la diferencia entre el coste total de la formación y la bonificación aplicada en los seguros sociales.

 

Tipos de Cofinanciación: Dineraria y No Dineraria.

  1. Cofinanciación Dineraria: Ocurre cuando la empresa paga más por la formación de lo que se bonifica. Por ejemplo, si una factura del curso es de 500 euros y la bonificación es de 420 euros, los 80 euros restantes representan la cofinanciación.
  2. Cofinanciación No Dineraria: Se basa en computar los costes salariales si los trabajadores se forman en horas de trabajo. Es una opción viable cuando se permite que los empleados asistan a cursos durante su jornada laboral.

 

Cálculo y Cumplimiento de la Cofinanciación.

El cálculo de la cofinanciación se puede realizar tomando como base el coste hora medio de todos los empleados o solo de los que participan en la formación. La comprobación de la cofinanciación se lleva a cabo al final del año, comparando los costes totales de formación contra las bonificaciones recibidas.

 

Ejemplos Prácticos de Cofinanciación en Empresas.

Para ilustrar, tomemos el caso de una empresa de 60 trabajadores que paga 100 euros por un curso y bonifica 80 euros. Aquí, la cofinanciación es del 20%. En el caso de la cofinanciación no dineraria, si se aplica un 25% para empresas de más de 50 empleados, se debe asegurar que esta cantidad sea el 20% del total de costes, incluyendo la cofinanciación.

 

Estrategias para Optimizar la Cofinanciación.

Las empresas pueden optimizar su cofinanciación mezclando ambas formas (dineraria y no dineraria) y equilibrando los grupos formativos para cumplir con el porcentaje mínimo anual. Una planificación cuidadosa y el análisis de los costes de formación a lo largo del año son clave para maximizar los beneficios de la formación bonificada.

 

Conclusión.

La cofinanciación privada, aunque pueda parecer compleja, es un componente esencial de la formación bonificada. Comprender sus mecanismos y planificar adecuadamente puede resultar en un aprovechamiento efectivo de los recursos destinados a la formación, beneficiando tanto a la empresa como a sus trabajadores.